miércoles, 1 de diciembre de 2010

Fotografía I


Tomé esta fotografía en el verano de 2008. Ese año estuve en Vancouver cuatro semanas aprendiendo inglés; en concreto en el mes de julio y unos pocos días de agosto. Fue allí donde hice la foto.

La imagen corresponde a los pies un paseo marítimo que comunica dos de las playas de Vancouver. Bajo del paseo, que se elevaba unos metros sobre el nivel del mar, aparecían las rocas que veis en la foto, que se cubrían de agua los días de marea alta. El resto de los días en los que marea lo permitía, un hombre se dedicaba a colocar algunas piedras como las podéis observar en la foto, formando esas curiosas “esculturas” de un gris redondo, que parecen desafiar al equilibrio y a la gravedad.

En la imagen solo aparecen dos “estatuas”, pero en esa pequeña playa de rocas había muchísimas: más altas y más bajas, realizadas con piedras de mayor o menor tamaño. Al principio yo creía que esas piedras estaban fijadas con algún tipo de argamasa, pero estaba equivocado. Todos los días el “artista” que colocaba de esa manera las piedras, se levantaba por la mañana y equilibraba, sin trampa ni cartón, sus “esculturas”, para que después los turistas que paseaban por allí dispuestos a ir a la playa las contemplaran.

Cuando vi esto, me causó mucha impresión. No sé muy bien porqué. A lo mejor por la sensación de ligereza que transmiten, o tal vez por la serenidad que desprenden. Además, me parece interesante que cada día muchas de las esculturas sean distintas, ya que por la noche, muchas de ellas caen a causa de las olas o el viento. Es como si todos los días te encuentres lo mismo en el mismo paseo; pero al mismo tiempo, todos los días es algo distinto.

1 comentario:

Peggyisthequeen dijo...

A mí me resulta grato el carácter efímero de estas piezas. Lo cierto es que el mar es un marco fantástico para obras así.