Voy a dedicar la última entrada sobre exposiciones a una colección especial. Se trata de una muestra permanente; aunque tal y como se encuentra ahora permanecerá poco más de un mes. Se encuentra en el piso superior de la biblioteca de Montcada, en la calle mayor.
La exposición de la que voy a hablar es la colección museográfica arqueológica de Montcada. Tal vez no sea una compilación de arte como tal, ya que se trata en gran medida de hallazgos históricos, pero en ella se pueden encontrar obras de arte íbero, islámico e incluso griego; así que la he considerado una exposición válida; a la par que muy interesante.
Primero me gustaría explicar el concepto de “colección museográfica”. Es un término parecido a museo; aunque por decirlo de alguna manera, de rango inferior. En el caso de Montcada, se decidió emplear en primer lugar esta denominación, por asuntos sobre todo administrativos cuando se fundó la colección hace cerca de diez años. Aunque pronto dejará de utilizarse. Como decía al principio del texto, el estado actual de la exposición cambiará en unos meses, y ganará el rango de museo.
Actualmente, la colección se encuentra en una única sala, dividida en dos zonas. En la primera, a la que se accede desde un corredor, se encuentra la actual muestra. Los objetos expuestos se sitúan en varias vitrinas, con iluminación interna. También se distribuyen en las paredes algunos paneles explicativos. Las cartelas se encuentran dentro de las vitrinas, y en ellas se explican los datos de interés. En cuanto a la iluminación y al aspecto general de la exposición, la estancia está iluminada mediante luz artificial, que se combina con la luz natural que entre a través de diversas ventanas. Los muros están pintados de blanco, de manera que no distraen la atención:
Actualmente no se puede acceder a la segunda zona de la sala, ya que por ahora está siendo usada como un laboratorio, donde se realiza el inventario de las excavaciones arqueológicas:
Así pues, el tema de la primera zona de la sala es mixto. En ella se encuentran objetos hallados en el término municipal de Montcada. Se puede disfrutar incluso de restos humanos de origen musulmán, además de varias vasijas y elementos decorativos, tanto íberos y griegos como islámicos.
En realidad, lo verdaderamente interesante de la exposición tendrá lugar cuando la colección sea considerada un museo –los responsables van a llevar a cabo este cambio en unas semanas-, y cuando la muestra sea finalmente reformada y redistribuida; lo que tendrá lugar, como ya he dicho, en unos meses.
La temática y la distribución de la exposición cambiarán entonces. Así pues, en la primera sala se situará una exposición permanente sobre los restos íberos encontrados en el yacimiento arqueológico del “Tos Pelat”, una pequeña colina en el término municipal de Montcada, limitando con el término de Bétera. Allí se encuentran las bases de un antiguo poblado íbero, habitado entre los siglos VI y IV antes de Cristo. Pese a lo que pueda parecer, la excavación cuenta con más de 20.000 metros cuadrados; habiendo sido trabajados solo 1000.
La segunda estancia será destinada al resto de objetos encontrados, configurando una muestra con la posibilidad de rotación de elementos, debido a la gran cantidad de hallazgos existentes.
Entre las piezas destacables que podrán ser visitadas en el futuro museo, se hallan una tablilla de plomo escrita en lengua íbera –de gran importancia, ya que solo existen más o menos 40 de estas piezas-, una vasija griega negra de figuras blancas; y el mosaico de las nueve musas. Esta última pieza se encontró en una villa romana en Montcada, pero actualmente se encuentra en el museo de bellas artes de Valencia. Es un mosaico muy grande, que se situaba en el pavimento de la villa, y en el que aparecen representadas las nueve musas. La intención del equipo del futuro museo arqueológico es pedir esta interesante pieza al museo de bellas artes, ya que hoy en día no se mantiene guardada y no se muestra.
Para completar un poco la información referente al equipo arqueológico del futuro museo de Montcada, me gustaría añadir que la colección no es solamente una sala de exposición. El mencionado equipo arqueológico lleva a cabo una tarea muy importante. Se etiquetan los hallazgos, existe una informatizada base de datos donde están catalogadas las piezas encontradas –tanto aquellas expuestas como las que se hallan en proceso de restauración en mismo museo-; y se dirigen las excavaciones en el “Tos Pelat”.
He tenido la suerte de disfrutar de toda esta información de primera mano, y he podido ver algunas fotografías del yacimiento, en las que se puede apreciar los restos de una muralla y de unas casas íberas, de planta marcadamente mediterránea –con un patio central, como las casas atrio romanas, solo que en el siglo VI antes de Cristo-; así como el urbanismo reticular del poblado. Si podéis distinguir algo en las fotografías, las muros se construyen sobre un zócalo de mampostería, sobre el que están colocados los ladrillos de tierra. Para conservarlos, estos están recubiertos de un mortero que los protege:
En conclusión; si un día algún motivo os mueve a venir a Montcada, no dudéis ni un segundo en visitar el futuro museo arqueológico.
1 comentario:
Está muy bien tu entrada, pues pone en valor no sólo una colección, sino también el trabajo de un grupo de personas que la "alimentan" y sostienen. Cuando estudiaba la carrera participé en alguna campaña arqueológica y sé el esfuerzo que hay tras ellas.
Publicar un comentario